viernes, 21 de noviembre de 2008

Shock

He cruzado una extraña frontera. Algo real que reproduje aqui prácticamente como ocurrió ha sido interpretado por mi lector como un ejercicio de ficción.
Me resulta increíble y emocionante. Quizá no se note, pero esas líneas pueden ser lo más duro para mí que he escrito nunca, como experiencia personal quiero decir. Curiosamente, lo hice sin dolor. Fue tan rápido como sacarse de muy dentro una aguja finísima que sólo deja como rastro una diminuta gota de sangre sobre la piel que al rato ni se ve. Un exorcismo perfecto.

1 comentario:

fernusan@hotmail.com dijo...

El exorcismo me sonaba familiar, pero ya sabes lo que decía Charlie Chapling: La vida sin pequeñas mentiras sería tan aburrida!

Y yo añado que la vida sin fantasía ni buen humor sería tan amarga...

besos!