domingo, 14 de diciembre de 2008

Frase

Nos tiene locas en el trabajo una frase que una compañera de Washington nos dijo hace poco. Nos contaba que había estado todo el día muy liada "como calzón de puta, todo el día arriba y abajo"

Para no olvidar

Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.

Al andar se hace camino
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.

Caminante no hay camino
sino estelas en la mar...

sábado, 13 de diciembre de 2008

Cumpleaños

Hace unos días fue mi cumpleaños. Algunos de los que me han llamado me han preguntado con precaución "¿qué tal te han sentado los 39?", quizá pensando que la proximidad de "los 40" me preocupa.
Nada más lejos de la realidad. Eso de "los 40" debe venir de la generación de mi madre y anteriores, cuando a los 40 años una mujer ya se veía mayor, llevaba décadas casada y sus hijos la necesitaban cada vez menos. No es el caso de las mujeres de hoy, que a los 40 pueden estar estupendas y no se cambiarían por una de 20 ni locas. Hemos mejorado y aprendido demasiado como para volver a empezar, quita, quita.
Yo me quedo con mi edad, mi aún corta experiencia de "casada" y mi niño pequeño. Ahora las cuarentonas estamos viviendo lo que nuestras madres vivieron con veintipocos pero nos sentimos mejor que ellas, más seguras y contentas con lo que tenemos.
Jó, qué mitin.

P.D.: Mi madre, la más grande, me ha regalado un tarro de crema antiarrugas. Según ella "para prevenir".

Aún no es Navidad

Las limpiadoras de mi empresa ya se han pasado a pedirme el aguinaldo, una de mis tías le ha felicitado las pascuas a mi madre y el arbolito de Navidad de mi trabajo ya tiene las luces permanentemente encendidas. ¿Es Navidad? Pues no, caramba, estamos a 13 y aún no es Navidad, o no lo era cuando yo era pequeña, que es el criterio que usamos muchos para dirimir estas incógnitas.
Como no tengo tanta personalidad como para resistirme, ya me he ocupado de que los Reyes Magos tengan cargados sobre las jorobas de sus camellos los juguetes que les he pedido para mi hijo, pero es una muestra más del estres maternal que de sentimiento navideño, la verdad. Por cierto, hay que decir que nos fue muy difícil elegir los juguetes para el bichito, la mayoría nos parecían una tontería.
Muchos de los juguetes que hay en el mercado para niños pequeños incluyen en alguna parte del envoltorio la palabra "educativo" y lo hacen porque tienen botones que recitan los colores, las letras, formas geométricas o mugidos de vaca y balidos de oveja. Víctor tiene alguno de esos pero dudo mucho que haya aprendido con ellos. Conoce los colores y cómo hacen los animales porque se lo hemos enseñado sus padres y sus abuelos a base de tiempo y dedicación.
Se me ocurre que los fabricantes de juguetes diseñan sus modelos pensando en sustituir el papel de los padres y que nosotros se los compramos para que el niño aprenda los colores él solito con una maquinita y nos deje en paz.

jueves, 4 de diciembre de 2008

Un dia "para qué"

He tenido un día "para qué". Uno de esos días en que no sabes para qué te levantas, ni para qué comes, para qué trabajas o para qué diriges la palabra a nadie.
Tampoco es que las circunstancias hayan ayudado mucho, la verdad. Una mañana fría y gris, echando de menos a Víctor y a Carlos porque, como dice mi madre, hay que tener a alguien aunque sólo sea para discutir.
Luego venir al trabajo, en el que estoy más desmotivada que nunca. Para colmo, teníamos un simulacro de evacuación del edificio y, como soy "bombera" de mi planta, he tenido que revisar parte de los despachos. Creía que lo estaba haciendo bien hasta que al sonar la sirena el jefe de personal ha salido de un despacho que yo ni había visto. Vamos, que de ser real el fuego le había dejado ahí al pobre hombre. Quizá mis posibilidades de mejorar en la empresa se hayan ido al carajo, aunque él se lo ha tomado a coña. No, si la cosa tiene gracia y todo el mundo se ha cachondeado mucho de mi, pero yo me siento bastante estúpida.
Me voy a casa, a ver si termina el día de una puñetera vez.