miércoles, 25 de enero de 2012

¿Cuánto hace que no...?

Grandes hitos de mi vida extramaternal más reciente. La semana pasada:
- Me hice de Facebook. No se puede decir que esté entusiasmada. Ya contaré mis impresiones.
- ¡¡¡Fui al cine!!! Con mi chico y otra pareja que también pudo "colocar" a su hijo. Vimos "The artist", nos gustó mucho y ya tenemos tema de conversación con los que no tienen niños.
-Me pinté las uñas. Elegir el color no fue difícil, todos mis esmaltes estaban secos menos uno. Lo más patético es que me las quité el domingo porque sabía que durante la semana se me estropearía y no tendría tiempo de quitármelas y antes muerta que llevar las uñas con el esmalte desconchado.

miércoles, 11 de enero de 2012

Propósitos de año nuevo

- Tener un buen año sin esperar que lo sea por decisión divina
- Dejar de enfrentar la maternidad como un engorroso trabajo y disfrutar de todos los momentos, tan fugaces ellos, que mis hijos están viviendo y que no volverán más nunca

jueves, 5 de enero de 2012

Lo que quieren los niños

En el primer dia de vacaciones de Navidad, con Carlos en el trabajo y Mónica en la guardería, me dispuse a llevar a Víctor al supuesto colmo de la felicidad navideña infantil: el Cortylandia de Goya.
Menos mal que no está lejos y que le gusta el metro a rabiar porque fue un fracaso absoluto. Víctor no tuvo el menor interés en montarse en los trenecitos ni en los tiovivos y muchísimo menos en meterse en la pista de patinaje. A los veinte minutos se quería ir. Yo tampoco tenía mucho interés en permanecer allí, rodeada de pijo-niños haciendo cola con sus padresmadresyabuelos, aburridos los primeros y nerviosos los segundostercerosycuartos.
Para colmo, mamá reincidente se encaminó con su retoño al Cortylandia ¡¡¡de Preciados!!! y mi alternativo hijo no duró ni dos minutos viendo el espectáculo de muñecos gigantes moviéndose al son de una terrible canción.
Total, una mañana perdida que me llevó a reflexionar sobre qué quieren realmente los niños y por qué les llevamos a sitios en los que no quieren estar.
El resto de la semana no fue ni "navideña" ni por supuesto consumista ¿Por qué la gente lleva a los niños a los mercadillos? Víctor sólo va una vez, a la Plaza Mayor a comprar una figurita con sus abuelos, y no le hace falta más.
Como digo, el resto de la semana nos dedicamos a levantarnos tarde y a ir a sitios divertidos como las barcas de Lago, el teleférico o la exposición de dinosaurios, que no veas si era chula. Nos lo hemos pasado bien y estoy contenta. Creo que, por este año, Víctor ha tenido unas buenas vacaciones.