Esta mañana me he quedado un rato sentada en el coche en el aparcamiento de un centro comercial sin hacer nada. Sin escuchar la radio ni planear nada, sólo quieta.
He pensado que los que me vieran mientras empujaban sus carritos pensarían que soy rara. Quizá hasta avisaban a un guardia de seguridad para que me preguntara si estoy bien
- Sí, ¿por qué?
- Porque está ahí quieta, sin hacer nada.
Tengo que parar más a menudo. Es difícil en esta ciudad que te invita a la inercia pero creo que no me sienta bien estar siempre en movimiento, me pierdo las vistas.
miércoles, 22 de octubre de 2008
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1 comentario:
soy seguidor de la secta de la quietud, necesito parar varias veces al día para, primero, no volverme loco, y segundo, la disfrutar de la vida en toda su plenitud (si me dejan el resto de hormigas).
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