Soy una mala madre.
Me levanto cada día a las ocho menos cuarto. Me visto y desayuno a toda velocidad antes de que mi hijo se vaya despertando. Me quedo con él mientras se toma un biberón y algunas galletas viendo dibujos en la tele. Después le lavo la cara, le visto, le pongo el abrigo y le llevo a la guardería.
El resto del día se va en recoger casa, comprar, hacer la comida y algunas cosas más antes de irme a trabajar, donde ceno un bocadillo delante del ordenador. Llego a casa pasadas las doce de la noche. Durante todo el día se han ocupado de mi hijo una guardería, mi pareja o mi madre. Pero yo no.
A veces creo que soy una mala madre, sólo espero que mi hijo no me lo recrimine dentro de unos años.
PD: He decidido no venir mañana a trabajar, me quedo con mis chicos aunque gaste un día de asuntos propios. Ellos son mis asuntos mil veces más que ésto.
jueves, 16 de octubre de 2008
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1 comentario:
Lindo post.
Yo lo titularía: Gente de buena calidad.
;-)) Besos
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