Mónica se lanzó ayer a andar. Ya había dado algunos pasitos aislados pero anoche le cogió el gusto. Mientras cenábamos los demás, ella recorría la salita mitad a gatas mitad andando. Cuando llegaba por sí misma a una silla o a un mueble, lanzaba un gritito y se tronchaba de la risa. Carlos y yo llorábamos y Víctor aplaudía, está deseando jugar con ella al pilla pilla.
Uno no se espera querer tanto a sus hijos. Agotan, dan preocupaciones y fagocitan tu vida y tu buen humor pero luego tienen esos momentos tan especiales... como cuando el otro día Víctor me preguntó, un rato después de haberle pegado cuatro gritos, si ya estaba "desenfadada"
miércoles, 15 de febrero de 2012
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Awww qué bonito :)
Bravo Monita!! un gran paso a la independencia!
Besitos mami, y felicidades!
Genial, lo de "desenfadarse" y lo empezar a caminar. Es una gran paso.
Buen día.
Publicar un comentario