lunes, 14 de noviembre de 2011

Me río con mi mona

"¿Por qué mami se mete un palo en la boca cuando a mí no me deja llevarme nada a los labios y escupe una cosa blanca si no consiente que deje ni una gota del biberón?" Eso parecía pensar mi mona a las siete de esta mañana mientras me lavaba los dientes con ella en el brazo. Alternaba una desternillante expresión de asombro con un ceño fruncido heredado de su madre.
De Moni ha pasado a mona, porque mi preciosísima hija no me deja estar cerca sin tenerla en el brazo, de modo que si se despierta antes de que yo haya terminado de arreglarme debo continuar con ella enganchada para que no levante a los chicos.
Y por la tarde, más de lo mismo. Tengo un extensísimo catálogo de actividades que hago sólo con la mano derecha. A la que quería una hija independiente le ha salido una pegajosa de no te menees. Con su padre se queda en la trona, en la cuna, en el suelo... Si estoy yo, enganchada a mi cadera desde que nació con esa expresión de sabionda que parece decir. "Yo, con mami"
Y yo, la madre menos vocacional del planeta, encantada de la vida. Lo que he cambiado, madre.

1 comentario:

Unknown dijo...

En esta casa pasa exactamente lo mismo!!! las monitas Moni y Mimi jajjaja