Estoy dejando de mirar a los niños que me encuentro por la calle para fijarme en sus madres.
Muchos días, sobre las siete y media de la mañana, veo a una mujer como de mi edad en el metro con su niño en una sillita. El peque, guapo de doler, va muy abrigado y metido en su saco. Ella, arreglada para ir a trabajar. Desconozco dónde toma el metro o si viene de fuera de Madrid pero, en cualquier caso, ¿A qué hora se levanta? ¿Se plantea si vale la pena? ¿Alguien lo valora? ¿Se siente culpable por sacar a su hijo tan temprano de su cuna y verse obligada a llevarlo en el metro en hora punta?
No he pasado por eso, he sido afortunada. Sin embargo, no puedo evitar pensar cada vez que veo a un bebé a esas horas que algo no funciona en la forma de ser madre en la gran ciudad.
viernes, 13 de noviembre de 2009
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1 comentario:
Esas imágenes de madrugada es el reflejo de un sistema que no cuida la vida ni a quien la da. En Alemania, por ejemplo, las madres tienen un año de baja para que el primer año de vida del niño se desarrolle sin estrés, de forma un poco natural.
Y que no me digan que en España no hay dinero para priorizar eso, porque para el ladrillo y la obra pública inútil y con mal gusto se crean los Plan E del gobierno y no que haga falta, oiga.
Besos, y força.
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