Mi nuevo papel de madreyesposaconhijoenelcole está amenazando seriamente los avances conseguidos en casi dos años de tratamiento contra la ansiedad.
Toda la vida he sido una maniática del tiempo. Hace casi una década dejé de llevar reloj en la muñeca porque la obsesión rozaba la paranoia. La edad y la experiencia, si es que no son lo mismo, habían suavizado la cuestión pero con la maternidad la falta de tiempo para cumplir con todas mis "obligaciones" me hizo no sólo retroceder sino también avanzar varias casillas en el camino del autoamargamiento.
Un par de años, unas cuantas cajas de ansiolíticos, muchas de antidepresivos y un taller de relajación me han procurado una visión bastante más relajada de los acontecimientos pero ahora me enfrento cada tarde con mi lista de tareas pendientes inaplazables e ineludibles
- Tener la cena preparada para las siete y media de la tarde, hora del baño de mi solete
- Preparar y embolsar la comida de mañana de los papás, que nos hemos hecho socios del club del tupper.
- Prever la merienda del día siguiente de Víctor y tener a mano la bolsa termo de modo que mañana por la mañana papá la deje en el coche y yo le dé de merendar por la tarde al recogerle del cole.
- Pensar qué cenamos mañana por si hay que descongelar algo o comprarlo en algún hueco de nuestra apretada agenda.
No me merezco ninguna medalla, todas las cocinas serán parecidas pero, caramba, así es difícil vivir el presente.
martes, 20 de octubre de 2009
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3 comentarios:
Mujer, hasta hace menos de un mes, mi principal preocupacion en la vida era como llegar a fin de mes y que mi familia tuviese todo lo necesario; cuando no podia cumplirlo, parecia que era mi particular fin del mundo...
Gracias a Dios, pues de una desgracia siempre se saca una enseñanza, he despertado de mi pesadilla y me he dado cuenta, algo tarde, pero todavia a tiempo, que la verdadera felicidad esta en esos pequeños momentos, quiza segundos o pocos minutos, en los que besas a tu pareja al ir o volver de trabajar, en ese masaje diario en los pies de la persona que amas, en verla sonreir cuando te mira, o siendo mas material, cuando saboreas esa cena que ha hecho con todo su amor...
Parece que repetir lo mismo puede ser cansino, pero de verdad te digo que disfrutes cada instante, cada respiracion, cada ternura, pues mañana puede ser tarde.
Disfruta de lo mucho que tienes y seguro que apenas aprecias...
Yo no soy una maniática del tiempo pero si del orden y de tenerlo tooooodo absolutamente planificado y organizado y, así no se puede vivir.
Yo también tengo mi lista de tareas pendientes inaplazables e ineludibles (que coinciden básicamente con las tuyas) que me dejan agotada al final del día una vez sumadas a toooodas las que llevo en el cuerpo desde las 6:45 y sí, así es difícil vivir el presente pero, tenemos que poner todo nuestro empeño.
Es nuestra obligación y responsabilidad ocuparnos y preocuparnos activamente de nuestra felicidad. Ser felices depende, en última instancia, de nosotras mismas.
El truco está en no dejarse vencer por el desánimo: "yo estoy aquí y voy a ser feliz cueste lo que cueste, no me voy a permitir ni un minuto más de lo imprescindible de angustia, frustración o tristeza".
Gracias a ambas por vuestras respuestas. Vale la pena reflexionar sobre lo que me apuntáis
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