... que eso de que "te cambia la vida" cuando tienes un hijo era absolutamente cierto
... que no volverías a dormir hasta el mediodía nunca más
... que el embarazo dolía y el postparto ni te cuento
... que llevar el niño al parque iba a ser un auténtico tostón
... que ya no vale lo de comer cualquier cosa en cualquier sitio a cualquier hora
... que verías la misma peli de dibujos docenas de veces
... que te ibas a descacharrar de risa con sus ocurrencias
... que cantarías canciones que te harían sonrojar delante de tus amigos
... que ibas a comprobar que tu paciencia no tiene límites
... que los DVDs de Baby Einstein pueden ser muy relajantes para un adulto
... que, sin serlo, tu hijo te iba a parecer el más guapo, el más simpático, el más listo y el más todo
... que cuando se durmiera en tus brazos te sentirías mejor persona
... que te preguntarías por qué demonios no lo has tenido antes
... que el peor día de tu vida sería aquél en el que dejaste a tu bebé en un hospital sin saber qué le pasaba
... que aún respetando a los que dicen no querer tener hijos, no podrías dejar de pensar "pero no sabes lo que te pierdes"
martes, 13 de octubre de 2009
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4 comentarios:
Muy acertado. Yo, mas que nada, me había "autoavisado" de lo malo y he descubierto lo bueno, sobre todo "por qué no lo habré tenido antes" y "pero no sabes lo que te pierdes".
Me he paseado un poco por aquí y tiene buena pinta. Te prometo mas visitas.
Uf....pues yo pensaba que eso de ser mami era la panacea y resulta que es realmente duro...me falta una semana para el cuarto mes y aunque enamorada de mi hijo hasta la medula (topicazo que confirmo) estoy un poco cansada de tener la teta todo el dia fuera...si antes no hacia top less, a partir de ahora ni me planteo la parte de arriba del bikini...y lo de dormir, si lo llego a saber hubiese dormido muchisimo mas en mi vida, aunque no me arrepiento de lo "golfa" que he sido hasta que pari, ahora una noche de fiesta me parece tan increible como comprarme un bolso de Prada.. Y que te duela hasta el alma cuando le duele, y que su llanto se clave como mil astillas en el corazon...
No es que te cambie la vida... es que te la vuelve del revés.
No es sólo lo que dejas de hacer, el tiempo que dejas de tener, la velocidad que adquiere todo en tu vida...
Es el desvivirte por tu hijo, el sentir algo que no sabías que existía, el levantarte mil veces una noche porque le has notado pachucho y quieres saber si tiene fiebre, el morirte sólo de pensar que algo malo le pueda pasar, que pueda sufrir aunque sea un poco...
Es la mayor de las responsabilidades que pueda existir: la de ser responsable de la vida, de la salud mental y física de una persona que tú has decidido traer a este mundo.
Terriblemente cierto, Lula. Pero es curioso que una responsabilidad tan enorme nos pueda hacer sentir tan bien.
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