jueves, 19 de abril de 2012

Te quiero hasta la altura de un dinosaurio

Estaba ya en la puerta para venir a trabajar. Unos minutos antes, estaba sujetándole para poder hacerle una cura a la que se niega dando patadas y llorando a gritos. Y al despedirme y decirle que le quiero me ha contestado eso. En el ascensor me he derrumbado, la máscara de pestañas a tomar por saco.
Estamos en unos días de dificultades, preocupaciones y tensión. Los niños nos procuran algún buen rato y alguna risa, pero cuando se dan la vuelta dejamos de disimular.
Mónica está para comérsela, tan bonita y despierta. Es más risueña y pícara de lo que era Víctor a su edad, qué lástima que nosotros tengamos tan pocas ganas de reir.
Hay veces que la única motivación que queda es que alguien te diga, minutos después de odiarte, que te quiere hasta la altura de un dinosaurio.

1 comentario:

Unknown dijo...

Mami, he estado pensando mucho en ustedes, no sé cual es la dificultad pero deseo de corazón que vengan momentos mejores, y rápido!

Me alegra saber que la monita está divina :)

Un abrazo y mucha buena energía para ustedes.