martes, 8 de febrero de 2011

Paso página

Me rindo. Abandono. No puedo preocuparme más, ni llorar más, ni enfrentarme a más problemas. Afortunadamente, lo más grave y doloroso parece superado pero renuncio a lo demás. Estoy agotada. Ahora, dado que lo más importante, la salud de mis hijos, está salvaguardado, abandono el pulso con esta vida que a veces es un puñetero asco.
No huyo. Al contrario, me quedo, pero con el convencimiento de que las cosas desde ahora van a ser distintas y yo... otra persona.

5 comentarios:

Nieves dijo...

¿entonces te rindes? Claro que a veces es mejor rendirse para no perder más.

mamisigloXXI dijo...

Hola Nieves, guapa
Renuncio a ser todo eso que encabeza mi blog, lo voy a borrar todo. Renuncio a estar pendiente de cosas que, según se ha demostrado, no valían la pena. No pierdo más energías inútilmente, me hacen falta para lo importante. Ahora sólo es una pesadilla pasada, pero mi hija... bueno, tuvo un problema que sólo los más cercanos conocen. Hoy está perfecta y mi punto de vista ha cambiado mucho, por lo que de ahora en adelante más de uno se va a llevar una sorpresa.
Estoy mayor para tonterías, eso es todo.
Un beso bonita

Nieves dijo...

Ah, entonces no es que te rindas, sino que has crecido mucho de golpe.
Me alegro de que lo importante ya esté bien.

mamisigloXXI dijo...

Hija ¡Qué ilusión más grande dar un estirón a mi edad! jajajajajaja
Gracias por ver las cosas en positivo

fernusan dijo...

Menos mal, ya estaba pensando que te habías ido a la plaza Tahrir, que tú eres capaz.

Puedes seguir siendo mami, periodista, pareja, ama de casa, consumidora, conductora, compañera de trabajo, hija, cocinera, nuera, amiga, lectora, cuñada, planchadora, telespectadora, hermana, viajera, amante, organizadora de eventos familiares, jugadora de bolos, observadora y mujer. Pero de uno en uno, no todos en 24 horas. Creo que eso es lo que aprendiste hoy.

Besos!